El poder sobrenatural de los ángeles, lo que se conoce como la magia angelical, esta basado en leyes cómicas y naturales. Se puede definir al ángel como una fuerza cósmica la cual ha sido investida con conciencia pura y perfecta para mantener el orden del Universo. La electricidad, el magnetismo, la inercia, la ley de cohesión y de adhesión, cada una de estas fuerzas cómicas puede ser identificada con un ángel. El fuego, el agua, el viento y todas las leyes que rigen a la naturaleza pueden también identificarse con fuerzas angelicales.
Como las fuerzas cómicas y naturales, el ángel es inviolable e inmutable, es fijo en su capacidad de preservador de la ley divina. Es también fiel e invariable y su esencia esta irrevocablemente subyugada a la voluntad de Dios. El Ángel actúa solo de acuerdo a esta poderosa voluntad y solo desea servirla. Es en esta fidelidad y constancia del ángel que estriba su inmenso poder ya que es el mismo poder de Dios que fluye en el Universo a través de sus ángeles.
Debido al poder transcendental de los ángeles y sus características cómicas, os antiguos es adjudicaron el control de los plantas y de los elementos. De aquí surge el concepto de los ángeles planetarios y de los inmensos poderes de trasmutación de la material que dicen ellos poseen. De aquí nace el gran edificio de la magia medieval que es nuestra herencia y que esta largamente fundando en la tradición cabalística.
Como se puede observar en la lista, cada ángel rige un signo zodiacal, con excepción de Rafael, que rige a Géminis y a Virgo; y Anael, que rige a Tauro y a Libra. Esto se debe a que al descubrirse a Neptuno, Urano y Plutón, estos tres planetas fueron asignados a tres de los signos, Piscis, Acuario y Escorpio, y tres nuevos ángeles fueron también añadidos a la lista, Asariel, Uriel y Azrael, que rigen estos planetas y os signos que les corresponden.
Los signos zodiacales están divididos en triplicidades, cada una de las cuales es asignada a un elemento. Cada elemento es regido por uno de los cuatro grandes arcángeles, Rafael, Miguel, Gabriel y Uriel. Las triplicidades son las siguientes:
Aries, Leo, Sagitario ------------- Fuego, Miguel
Tauro, Virgo, Capricornio ------------- Tierra, Uriel
Géminis, Libra, Acuario --------------- Aire, Rafael
Cancer, Escorpio, Piscis ----------- Agua, Gabriel
Los doce signos están colocados en orden de cuatro en cuatro en el zodiaco y son regidos por os cuatro elementos en el siguiente orden: fuego, tierra, aire y agua. Esto es evidente en la siguiente lista:
Aire ------- Fuego, Miguel, Sur.
Tauro ------- Tierra, Uriel, Norte.
Géminis -------Aire, Rafael, Este.
Cancer -------- Agua, Gabriel, Oeste.
Leo ------Fuego, Miguel Sur.
Virgo ------Tierra, Uriel, Norte.
Libra ------- Aire, Rafael, Este.
Escorpio -------- Agua, Gabriel, Oeste.
Sagitario --------- Fuego, Miguel, Sur.
Capricornio -------Tierra, Uriel, Norte.
Acuario ------- Aire, Rafael, Este.
Piscis --------- Agua, Gabriel, Oeste.
ARCÁNGEL METATRON
Reino Angélico: Arcángel del Ciclo de la Forma.
Función Celestial: Anotador del Libro de la Vida y escriba de todos nuestros actos.
Dones para la Tierra: Nos ayuda a encontrar la medida apropiada para todo lo que hacemos; actúa como testigo del bien que hacemos y del amor que damos; nos ayuda a comprender nuestro potencial como seres humanos amorosos y valiosos.
Metatron es el único arcángel dentro de las esferas celestiales que fuera en un tiempo humano. Se le conocía como Enoc, y era el séptimo Patriarca después de Adán. Se ha escrito que "Camino con Dios" y fue arrebatado a los Cielos, donde fue convertido en Arcángel. En las escrituras judías se especula que el sea Shekinah, el ángel que condujo a los hijos de Israel fuera del desierto. También se piensa que fue Metatron quien detuvo a Abraham, impidiendo que sacrificara a Dios su hijo Isaac.
Metatron también es conocido como el primero y el último de los Arcángeles, y recibe diversas dominaciones como Canciller del Cielo, Ángel de la Alianza y Rey de los Ángeles. Su función celestial es la de supervisar la anotación de todos nuestros actos en el Libro de la Vida.
Esta encargado de apoyar la vida y los actos humanos como puente entre la Divinidad y a humanidad. Podemos buscar su consejo pidiéndole que nos ayude a encontrar la medida apropiada para cada acción que emprendamos en nuestras vidas. A un cierto nivel esto significa ayudarnos a encontrar el equilibrio entre lo que damos y lo que guardamos para nosotros mismos. Esto nos permite mantener limites bien definidos, y conservar, por tanto un claro sentido de nosotros mismos, tan necesario si hemos de tener éxito en levar a cumplimiento nuestro potencial dentro del mundo de la forma.
Metatron puede ayudarnos a encontrar la medida apropiada en el amor, el trabajo y el recreo, de modo que podamos llevar vidas equilibradas y saludables, ricas en armonía y serenidad. También será un testigo del bien que hagamos, quizás de esos actos de amor o benevolencia no reconocidos por los demás. También puede ayudarnos cuando ponemos esfuerzo y trabajo en hacer algo, sea lo que sea: podría ser cualquier cosa, desde tratar de que una relación funcione, perder peso, o abandonar un hábito adictivo o perjudicial, hasta arrojarnos por completo a una causa o esfuerzo en equipo.
Podemos orar al Arcángel Metatron para que guié nuestros esfuerzos y nos ayude a encontrar la medida correcta para nuestro rendimiento y actividades. Podemos pedir a Metatron en nuestra meditación que nos asista en saber cuando puede ser ya bastante, o cuando necesitamos hacer más por nosotros mismos o por los demás.
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